Enfermedades de transmisión sexual, respondemos a las dudas más comunes

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Somos realmente francos al decir que el sexo es uno de los grandes placeres de la vida. Sobre todo cuando lo practicamos con la persona a la que amamos se trata de una de esas experiencias que son muy disfrutables y placenteras. Sin embargo, como bien dice el refrán ‘no todo el monte es orégano o, lo que es lo mismo, no todo es siempre tan bueno o bonito como parece.

Si bien es que cierto que explorar la sexualidad es algo a lo que debemos hacer frente alguna vez en la vida nunca está de más tener bien en cuenta los peligros que asechan durante el mismo. Practicar el sexo de forma segura y responsable es una obligación moral que debemos cumplir a rajatabla. No hablamos únicamente de embarazos no deseados, sino de uno de los males que más afectan a los jóvenes a día de hoy: las enfermedades de transmisión sexual.

Qué son las enfermedades de transmisión sexual

Las enfermedades de transmisión sexual son virus, bacterias o parásitos que se transmiten de una persona a otra durante el acto sexual. En total hay más de veinte tipos de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Sin embargo las más comunes son la Clamidia, la Gonorrea, el Herpes genital, el SIDA, el Virus del papiloma humano (VPH), la Tricomoniasis o la Sífilis.

Normalmente las víctimas de estas enfermedades son hombres y mujeres que mantienen relaciones sexuales. Sin embargo, si una chica que está embarazada sufre una de estas ETS la misma puede afectar también al feto, pudiendo causarle graves problemas de salud e incluso la muerte.

Cómo se contagian las enfermedades de transmisión sexual

Tal y como su propio nombre indica este tipo de enfermedades se contagian a raíz de un encuentro sexual. Pero ¿qué prácticas son las que hacen que nos contagiemos de ellas? Pues este tipo de enfermedades se transmiten a través del intercambio de fluidos, tales como el flujo vaginal o el semen de personas que hayan sido infectadas, ya sea por vía anal, vaginal u oral.

Además las ETS también pueden contagiarse por el contacto con la sangre de una persona afectada. Lo cual suele ocurrir si se comparten objetos como jeringuillas o cuchillas de afeitar. Concretamente, muchos de los casos de infecciones de VIH tienen lugar a través de este medio de transmisión.

También hay infecciones como, por ejemplo, el herpes genital que pueden transmitirse durante el contacto directo piel con piel o mucosas infectadas. Por lo cual no es necesario la penetración para llegar a contagiarnos de una de estas enfermedades de transmisión sexual.

Cuáles son las enfermedades de transmisión sexual más peligrosas

No son pocas las personas que han muerto a causa de una de estas enfermedades de transmisión sexual. Las ETS consideradas más peligrosas a día de hoy podrían ser el VIH (el virus del SIDA), la Gonorrea, la Sífilis, el VPH (capaz de causar varios tipos de cáncer) o la Clamidia, la cual puede causar daños irreversibles como, por ejemplo, la infertilidad.s

Cómo curar las enfermedades de transmisión sexual

Antes de tratar cualquier tipo de enfermedad de transmisión sexual es muy importante <b Para ello podemos hacernos diversas pruebas médicas, tales como análisis de sangre, muestras de orina o de fluidos.

Una vez que el resultado de las pruebas médicas sea positivo será el propio médico quien se encargue de recomendar el tratamiento adecuado para la infección. Los más comunes son los antibióticos (capaces de curar infecciones por bacterias y parásitos de transmisión sexual) o medicamentos antivirales con los cuales se pueden mantener controladas infecciones como el VIH. En este último caso, a pesar de estar bajo tratamiento, la persona infectada seguirá siendo portador del virus, por lo que podrá contagiarlo con facilidad si no se toman las precauciones adecuadas.

Cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual

Y ahora llega la gran pregunta: ¿Cómo podemos prevenir las enfermedades de transmisión sexual? La respuesta a esta cuestión es bastante obvia: utiliza siempre preservativo durante tus relaciones íntimas.

La utilización de condones durante el acto sexual impide el contacto directo entre fluidos. Es por este motivo que es uno de los métodos más efectivos para evitar contagiarse de una de estas infecciones.

Además es importante someterse a unos exámenes de ETS cada cierto tiempo. Muchas enfermedades de transmisión sexual no tienen síntomas que puedan notarse. Es por este motivo que someterte a pruebas de forma regular te ayudará a salir de dudas y corroborar si has sido infectado o no por una de estas enfermedades.